A mí me parece complícadísimo, Olimpia. Lo único que se puede hacer es sacrificar los grupos heterogéneos y hacerlos lo más homogéneos posibles (que sólo haya alumnos de francés en el A y el B, por ejemplo, y de la otra optativa en el C y el D), pero cada aula es una verbena de alumnos y profes, especialmente en centros urbanos, porque hay problemas gordos de espacio. Y la enseñanza telemática está ahí como opción, pero también es un tema complicado. No sé, hay familias con muy pocos recursos que no tienen una conexión a internet en casa, o que tienen un ordenador y desde ese ordenador tienen que estar uno de los padres teletrabajando y dos niños en edad escolar siguiendo las clases.
Luego la gente desde fuera dice cosas como que des clases online en el horario del instituto, pero no se dan cuenta de que hay niños que no las van a poder seguir por esas circunstancias y además es que son los más vulnerables y que más dificultades tienen que sortear ya de por sí en circunstancias normales; dar clases online para quien pueda y quien no que haga otra cosa alternativa es casi que ponerlos en desventaja aún más de lo que ya están. Yo este año pasado trabajaba en un centro urbano normal y corriente sin población especialmente de pocos recursos y aún así teníamos situaciones como chavales que vivían en centros de acogida y que hacían los deberes de la plataforma desde un teléfono móvil porque no había ordenador para todos. Que sí, que los centros cedieron sus portátiles y tablets y los ayuntamientos facilitaron tarjetas con conexión a internet, pero los equipos informáticos de los centros en su mayoría son una patata y las tarjetas llegaron cuando llegaron.
Yo me quiero aferrar a la enseñanza presencial todo lo que sea posible dentro de la seguridad porque irnos a la enseñanza online tal como estamos es muy difícil en muchos sentidos para muchas familias.