Julián Requena, un bebé de 13 meses, se hará mayor y lo podrá contar. Explicará que su madre lo lanzó al vacío desde un sexto piso en un ataque de histeria. Y añadirá que debe la vida a un cúmulo de casualidades y a la intervención de un hombre, Ángel Benito, que paseaba por la calle", así comenzaba una noticia de El País, el 8 de noviembre de 1994.
Era la mañana de un domingo, minutos antes de las nueve de la mañana. "Oí un fuerte golpe y un ¡ay! Abrí los brazos y me cayó encima. Estaba como muerto, sin sangre, y no respiraba. Le di unas palmaditas en la cara, y comenzó a llorar", explicaba en aquel momento Ángel Benito. Lo que parecía una caída fortuita protagonizada por el hermano de Julián quedó en segundo plano tras la declaración de un testigo y finalmente su madre confesó.
La madre de 26 años en ese momento, fue detenida como presunta autora que, alegó que los constantes lloros le llevó a la situación.
La cosa es que las fechas no cuadran, no. Si eso pasó en el 94 el chaval ahora tendría 26-27.