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por laurenandolivia
Prenda Santa
Conclusiones y anécdotas después de mi periplo de la semana pasada con cuatro vuelos donde he visitado cinco países y he pasado dos PCR:
- Los aeropuertos ya están bastante en marcha, parece que hay más gente de la que hay porque tienen sólo abiertas una o dos terminales y la gente está más concentrada en un sitio más pequeño. Bastante seguridad, mascarilla obligatoria, gel hidroalcohólico más o menos disponible, pero cafeterías cerradas y nada para comer que no fueran sándwiches cutres de la máquina de vending.
- Algunos países se lo toman más en serio (España diría el que más, suele haber Policía o Guardia Civil en la T4 aunque no siempre, en Francia hay que pasar aduanas como si vinieras de fuera de la UE) y otros están pasando del tema pero a mil. En un viaje a Bélgica y Holanda nadie me pidió absolutamente ningún papel ni a la ida ni a la vuelta ni me preguntaron que qué hacía allí.
- Ha sido muy guay coger una bici y dar vueltas por Amsterdam sin ningún turista, once in a lifetime experience. Aunque los bares están abiertos, el barrio rojo está cerrado (o sea, no hay chicas en los escaparates).
- Me llevé mucho shock cuando llegué a Schiphol y los propios trabajadores del aeropuerto no llevaban mascarilla, ni luego casi nadie por la calle.
- Las colas en Zara no te las quita nadie, en ningún sitio, no sé si Amancio estará pagando gente para que hagan cola y de caché a la tienda.
- El turismo se va a poder hacer de manera más o menos normal. Yo reservé mis propios hoteles y sin ningún problema ni para alojarme ni para dar vueltas por las ciudades.