La relación sentimental de Lorena Castell y Eduardo Dabán ha llegado a su fin tal y como ha podido conocer HOLA.com. La pareja inicia ahora una nueva etapa en la que sus caminos se separan. Eso sí, la colaboradora televisiva y el empresario estarán unidos para siempre gracias al hijo que tienen en común, llamado Río. El bebé llegó al mundo hace poco más de un año para llenar de felicidad a sus papás, quienes le definían en alguna ocasión como el mejor regalo. Tan encantados están con el niño que no han parado de compartir divertidas imágenes y vivencias a su lado a lo largo de estos doce meses. Juntos han hecho rutas en caravana y visitado diferentes puntos del mapa como Ibiza o Islandia, donde ni siquiera el frío consiguió frenar sus ganas de conocer mundo al lado del pequeño.

La presentadora de Top Photo y colaboradora de Zapeando y Europa FM ha demostrado en anteriores relaciones que para ella prima la amistad por encima de todo. De hecho, tras separarse del artista Juanito Makandé -con el que estuvo casada dos años, hasta 2015-, se deshacía en halagos con él en una conversación con Divinity. “Hay mucho amor, y mucho cariño y eso es bueno. Hemos sido siempre amigos, desde hace muchísimos años, y la amistad pues eso no se tiene porque romper. Es más la vida es maravillosa", expresaba. También tiene un gran cariño hacia Sylvia Superstar, la exmujer de Dabán, y ambas se han dejado ver compartiendo risas y confidencias en diferentes fiestas de la capital.

Río, el gran protagonista de la familia
Cuando Lorena y Eduardo dieron la bienvenida a su primer hijo en común, las primeras semanas fueron complicadas ya que el niño tuvo que quedarse ingresado en la UCI del hospital puesto que le diagnosticaron niveles altos de la proteína C reactiva. Una vez en casa, la presentadora y Río se convertían en protagonistas de un excepcional reportaje de ¡HOLA! en el que hablaba de su experiencia en la maternidad. "Río es una maravilla, duerme y come, que es lo que tienen que hacer los bebés, y cuando está despierto, siempre está riendo", nos decía emocionada y sin poder dejar de mirar a su bebé. Desde su nacimiento -que coincidió con la festividad del Día del Padre-, el pequeño se ha convertido en el gran motor de sus papás, quienes están encantados con sus primeros pasos y con esa curiosidad contagiosa con la que poco a poco va conociendo todo lo que le rodea.

Los padres de Río -cuyo nombre les costó elegir tal y como reconocía la propia Lorena, quien tenía una larga lista de posibilidades- le han hecho partícipe de todos los planes que hacían antes de su llegada al mundo. De hecho, no solo han viajado con él siempre que han tenido un hueco libre en sus agendas sino que la orgullosa mamá ha querido ya enseñarle cómo es su trabajo desde dentro. Así, cuando solo tenía dos meses, lo vestía de chulapo y lo llevaba al plató de Zapeando para celebrar San Isidro junto a sus compañeros, que recibieron al niño con gran entusiasmo, muchos mimos y atenciones.

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