Urkullu quiere que las elecciones vascas se celebren en julio
Iñigo Urkullu ha convocado a los partidos el próximo jueves para abordar la posibilidad de celebrar las elecciones del País Vasco «antes de agosto». Es decir, el próximo julio, tal y como ha desvelado el lendakari en la sesión de la Diputación Permanente que celebrada esta mañana en la Cámara de Vitoria.
El pasado febrero, Urkullu anunció el adelanto de las elecciones vascas previstas en principio para otoño como solución al «clima electoral» que bajo su parecer se había instaurado en el territorio y los consiguientes problemas para sacar adelante el programa legislativo del Gobierno autonómico. Las urnas deberían haberse sacado el 5 de abril, pero el avance del coronavirus obligó a los partidos a acordar el retraso de los comicios «sin fecha fija».
Hoy, el presidente del País Vasco ha anunciado en el Parlamento vasco su decisión de convocar una «mesa de partidos» para el próximo 30 de abril destinada a «evaluar la declaración de emergencia sanitaria» y la posibilidad de convocar elecciones antes del mes de agosto.
El lendakari ha esgrimido tres razones para celebrar los comicios en ese periodo. La primera de ellas se refiere a la petición de los grupos de la Cámara de organizar mesas políticas para mantener la actividad en el Parlamento, disuelto a raíz del anuncio de los comicios. Por otro lado, Urkullu ha advertido de que el «riesgo de contagio» de Covid-19 estará posiblemente «en sus tasas más bajas el mes de julio», mientras que en otoño podría producirse «un rebrote de la epidemia» y «en ningún caso» habrá para entonces vacunas.
Finalmente, ha destacado que la dimensión de la crisis sanitaria obliga a disponer cuanto antes de un Parlamento constituido y de un Gobierno en plenitud de funciones.
Todos los partidos del Parlamento vasco acordaron postergar las urnas al menos hasta que finalizara la situación de emergencia sanitaria.
De esta forma, en el calendario electoral está señalado en rojo el 9 de mayo, día en el que a priori concluye la prórroga de la alarma. Deberán pasar entonces 54 días para celebrar las elecciones, por lo que la primera fecha posible sería la del 5 de julio.
Y este hecho plantea una serie de cuestiones obvias que han puesto sobre la mesa los grupos de la oposición, que han puesto en duda la viabilidad de celebrar unas elecciones en un plazo tan corto de tiempo. La sensación general es de sorpresa: el parlamentario del PP Carmelo Barrio ha acusado a Urkullu de proponer «con mucha ligereza» las posibles fechas de las elecciones, y le ha rogado que tenga «mucho cuidado». Por la misma línea ha avanzado Jon Hernández, de Elkarrekin Podemos, que ha incidido en que la decisión dependerá en última instancia de lo que digan las autoridades sanitarias. A este respecto, los parlamentarios han consultado a Urkullu qué asesoramiento tiene para proponer una fecha.
Visiblemente irritado, el presidente vasco ha apuntado que los grupos tienen «semanas por delante para reflexionar y valorar» esta propuesta, aunque ha reconocido que el contexto de crisis sanitaria le impide descartar que las urnas se saquen en otoño. «SI alguien tiene la certeza de que en octubre o septiembre vamos a estar mejor sin ninguna validez científica, que lo diga», ha respondido.
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