Alguien por ahí ha escrito que se hizo una rutina y es una de las recomendaciones que se suelen hacer cuando hay una ruptura, especialmente si es dolorosa y/o había mucha dependencia emocional: hacer una pequeña rutina del día a día. Por lo general, todos seguimos unos hábitos (incluso en vacaciones) pero cuando se pasa por un mal momento es recomendable "fijar" esos hábitos y si es necesario, introducir paulatinamente algunos nuevos.
Por ejemplo, una rutina: ir al trabajo a las 8, llegar a casa a las 14, hacer la comida, comer a las 15, de vuelta al trabajo a las 16, llegar a casa a las 19, sacar al perro a las 20, ver una serie a las 20:30, hacer la cena a las 21:30, cenar a las 22, hacer el palurdo en el sofá hasta las 24. Más o menos xD.
Luego entre medias podríamos meter cosas como poner una lavadora, ir a otro parque a sacar al perro en vez de al de siempre, quedar con Mengano y no ver la serie, comer fuera... cosillas que varían la rutina pero que en general, ese es nuestro día a día de lunes a viernes.
Bien, lo mejor es anotar la rutina en una especie de tabla y luego ir introduciendo nuevos hábitos de forma progresiva. Por ejemplo, las dos primeras semanas metes que a las 19 vas a empezar a ir al gimnasio; las semanas tercera y cuarta, cuando ves la serie vas a retomar un hobby que ya no practicas o vas a empezar con uno nuevo (manualidades, tocar la guitarra, dibujar...), que además en muchas ocasiones ni siquiera molesta si queremos estar pendientes de una serie, película, algo de la tele... Lo importante es que la persona se entretenga; esto no significa que vaya a estar tocando la guitarra así "
", seguramente esté tocando la guitarra y pensando en la otra persona, pero ya está moviéndose, se está activando y, lo más importante, está haciendo algo por él. En esos momentos importa un mojón hacer algo por uno mismo pero cuando pase el tiempo esos mimos que nos estamos dando nos van a servir de mucho, porque hacer cosas por y para nosotros, que son de nuestro disfrute... no son otra cosa que mimos, básicamente (suena ñoño, lo sé xD). Lo de la tablita es bueno porque queda "fijado" y si lo ponemos en un sitio visible (la nevera, por ejemplo) lo vemos siempre y sabemos que TENEMOS que cumplir. Aunque no apetezca, no pasa nada. Al final del día podemos premiarnos por haber cumplido tanto con nuestras tareas diarias como con las nuevas que hayamos añadido (darnos un baño, comer algo rico...) y al final de la semana darnos un premio como más "gordo" por haber cumplido esa semana (comer pizza, ir a un restaurante, comprar algo de ropa...).
A parte, también es bueno tener algún momento en el que poder llorar, vaciarse, sentirse mal... Lo suyo es que esos momentos no sean por la noche porque es más difícil caer en una bola autodestructiva porque a) por la noche tendemos a sentirnos más solos y aislados, b) no puedes recurrir a nadie (¿a quién llamas a las 23 de la noche?), c) si vivimos con alguien es más difícil que nos haga caso porque estará cansado o ya se habrá ido a dormir, etc. No obstante, suele ser normal que antes de ir a dormir sea cuando le demos más vueltas a la cabeza. Se elija el momento que se elija y le de a la cabeza por rumiar en el momento que sea, es bueno fijar también un momentillo para escribir simplemente para sacar la mierda que tenemos dentro. Pero no sacarla en plan "voy a ponerme a Álex Ubago y a llorar como si no hubiera mañana", sino que sea constructivo. Escribir suele ser lo más recomendable porque es más fácil expresar con palabras lo que sentimos y luego posteriormente podemos releer lo que hemos puesto y autodebatirnos, esto es, a lo mejor he puesto que no puedo vivir sin Pepita durante tres días seguidos; al cuarto me siento fuerte y con más energía y decido releer lo que siento. En ese momento leo lo de Pepita y me quedo a cuadros; escribo en la libreta "¿Vivías antes de que Pepita entrase en tu vida? ¿Alguien ha muerto alguna vez por amor? ¿Cómo era tu vida antes de ella?". Vamos, intentar ampliar nuestro horizonte, que en ese momento es la persona que nos ha dejado y racionalizar nuestros sentimientos. Esto parece una estupidez pero viene de perlas, de verdad.
Lo de contarle historias también es muy positivo. Los consejos ahora mismo le entran por un oído y por otro le salen pero las historias le van a calar si puede empatizar con ellas siempre que sean similares a la suya. Es cierto que ahora mismo, con todo tan reciente, le va a dar un poco igual que Fulano estuviese a punto de matarse golpeándose contra la pared pero en los momentos en los que empiece a ver un poco de luz, se vaya sintiendo algo mejor... sí le puede servir recordar que "si Fulano pudo, yo también".
Importante también saber que esto es un proceso pero no es lineal, es decir, puedo estar dos meses mal, dos bien y luego volver a estar mal... Pero no pasa nada, porque cuando hay recaídas no son tan fuertes o al menos nosotros estamos más preparados.
Y por supuesto, contacto 0 con la otra persona y apoyarse mucho en los suyos. No es necesario que salga todos los días con amigos; en los primeros momentos sí es bueno que salga un poco más para despejarse o que hable un poco más con gente pero de manera progresiva tiene que ir haciendo de nuevo su rutina solo. Digo progresiva porque mucha gente te escucha la primera semana y luego te manda al cuerno y la persona sufre mucho porque se siente rechazada; es un poco "tostón" escuchar una y otra y otra vez lo mismo pero es temporal y como amigos, familiares... tenemos que estar ahí. Pero eso, de manera progresiva dejar que él vuelva a hacer su vida y sea independiente, que no necesite que estemos ahí de manera permanente porque sino no va a ser capaz de tomar las riendas, de autoconocerse, de estar triste, de estar feliz por sí mismo... No sé si me explico.
Seguro que me dejo algo en el tintero y perdonad el tochón. Hay cosillas que me dejo fuera seguro pero no quiero extenderme más porque dudo que alguien llegue a leerse esto entero xD. Si algo no lo he explicado bien lo siento también, estoy a parte con el TFG y ya no sé ni lo que escribo.
Añado que también es buena idea acudir a un psicólogo si es necesario. No le va a juzgar y le va a dar herramientas para que autogestione mejor la ruptura. Al menos durante las primeras semanas puede ser muy útil (como futura psicóloga lo digo, vaya jajaja).
Mucho ánimo para tu amigo.