1039
por datenshiblue
Yo también empecé a vivir en Octubre, pero la casa la compramos a finales de Agosto así que más o menos me imagino lo que hay por lo que he visto. Hay muchos niños, pero me parece lo normal, cuando la gente del barrio son parejas con niños. Los niños igual están en la piscina que jugando en la zona común que no es piscina. Hay un parque de columpios para ellos también. Así que, habiendo niños, pues hay gritos, creo que va de la mano. No sé cómo estará la cosa entre semana, ni en periodo de colegio o cuando se van de vacaciones las familias. También os digo que yo soy de secano, no me gustan mucho las piscinas, pero a Mr. Daten sí, muchísimo y él está encantado. Y vamos, al conserje, que es quien se ocupa del mantenimiento de la piscina, no lo veo yo metiendo una fregona en la piscina. Es un tío muy cuidadoso. Bueno, el principal y los que están en los turnos de noche y finde. No tengo ninguna queja de ninguno de ellos. Al contrario. Y cuando trabajas fuera de casa todo el día, tener un conserje que te recoge los paquetes es la h*stia. Con perdón. Para mí, esto es vital.
De todas formas en la urbanización del pueblo, que también hay piscina comunitaria, tampoco es como decís por aquí. No hay música, cuando están los críos pues hay bombas y cosas de esas, creo que es complicado que no los haya, pero vamos, también hay horas en las que tienes la piscina prácticamente para ti (yo me he bañado yo sola un montón de veces y cuando me rompí la rodilla hice rehabilitación en la piscina y no temí por mi vida ni por mis piernas y los críos tuvieron cuidado porque vamos, al final te acabas conociendo, aunque no hagas chupipandi). Y además hay una terraza con una barra de bar, que para mí es un plus porque encima tiene microclima y no hace calor en esa zona, se está de lujo. A mí sí me gusta.
De todas formas, habéis compartido espacio con gente muy maleducada, por decir algo fino. A poco que seas normal, todo eso no ocurre.
Yo no tengo hijos, tampoco los quiero y no me gustan especialmente los críos, y a pesar de eso sé que gritan cuando juegan, que corren, que desordenan las cosas y que para ellos no hay siestas aunque tú quieras que las haya. Controlar un crío puede ser más o menos fácil, pero controlar a 14 críos que se juntan a jugar en vacaciones y pretender que estén como en el colegio, me parece de otro mundo. Y mira que yo tengo poca paciencia y soy la señorita Rotenmeier, pero vamos. Si quiero estar tranquila y en silencio a la hora de la siesta no me bajo a la piscina sabiendo que está llena de críos, porque es una batalla perdida de antemano.