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por Doraemon
Orgullosamente Señora
Anoche entre el botafumeiro de alabanzas y flores que echaron a la plusquamperfecta Preysler quisieron colgarle también la medalla del feminismo.
Porque podía haber seguido la norma de las señoras bien de la época (como su suegra Charo, por ejemplo, que por lo visto no la tragaba, a lo mejor por haberse casado embarazada de 2 meses) de ver, oír y callar, y seguir viviendo cómodamente como señora de.
Pero ella eligió separarse después de haber dado una oportunidad más al prendasanta de Iglesias, pero la cabra tira al monte, no dijeron el nombre, pero por lo visto los tochos que colmaron la paciencia fueron con una amiga de la Preysler.
Iglesias por lo visto culpó a Carmen Martínez Bordiu por ejercer una mala influencia sobre su mujercita y apoyarla en su decisión de echarle de casa, cuando todavía no existía el divorcio en España, y la Preysler con 28 años y 3 hijos pequeños se puso a trabajar con Sánchez Junco del Hola. Toda una heroína.
Tamara se puso nerviosa ante la palabra feminista, dijo, bueno, hay que tener cuidado con esas palabras, como si fuese equivalente a etarra.
La periodista Luz Sánchez Mellado arrojó luz y le explicó que el feminismo aboga por la igualdad de derechos entre los hombres y las mujeres. Ah, vale, en ese caso sí, concedió Tamara.
Tanto colegio de pago y tanta ignorancia.
De vacaciones