Mañica escribió: 08 Jun 2019, 14:22 Yo últimamente no me sacas de as zapatillas, tengo varios modelos comodísimos y me las planto con vaqueros o faldas. Ahora las intercalaré con sandalias planas si no tengo que hacer caminatas. Tacones sólo en eventos y ya me he ido haciendo con una colección de tacones bajos y cómodos y los reutilizo, subirme en taconazos ya es impensable para mí.

Brianna escribió: 08 Jun 2019, 15:29 Se te entiende, es como yo que me depilo porque me gusta a mí, pero, no será que me gusta porque la sociedad ha hecho que así sea?



Es como lo de teñirme las canas, para mi edad tengo bastantes y soy esclava del tinte ya, pero soy consciente de que es bastante posible que si fuera hombre pasaría más del tema.

Yum escribió: 08 Jun 2019, 15:35

Brianna escribió: 08 Jun 2019, 15:29 Se te entiende, es como yo que me depilo porque me gusta a mí, pero, no será que me gusta porque la sociedad ha hecho que así sea?



Es como lo de teñirme las canas, para mi edad tengo bastantes y soy esclava del tinte ya, pero soy consciente de que es bastante posible que si fuera hombre pasaría más del tema.

Vale, me alegra que se haya entendido
Y sí, creo que tiene mucho peso social, pero a la vez no me sale ir en zapatillas porque no me gusta. Yo también me depilo y me quito las canas...pero soy más así conmigo que con la gente con la que me cruzo, porque ver a una tía con matojo en las piernas o con la mocha petada de cañas me la suda, pero vérmelo yo me pone mala.

swan_lake escribió: 09 Jun 2019, 18:44 Yo ya no uso tacones ni en bodas. Hablo de los altos y finos que además, efectivamente, me parecen algo pasados. Veo a las invitadas con gestos de dolor, descalzándose, sin bailar porque les duelen los pies y me parece que estamos locos, lo digo en serio. Yo llevo sandalias planas tipo joya o alguna de tacón, pero como las que habéis puesto antes y tan feliz. Y si no les gusta, que no miren o que no me inviten. Y en mi día a día no digamos, jamás de los jamases, botines con tacón gordo en invierno o cuñas en verano es lo único que llevo con alza, pero nada que ver, en realidad eso es más cómodo para mí que el plano. De hecho he tenido algún novio al que le encantaban los tacones y es que directamente le he dicho que si tanto le molan que se los ponga él. Si sólo hay que ver que a Pérez Reverte le gustan, eso no puede ser buena señal
En cambio mi prima es adicta, tanto a tacones como a sandalias de tacón, y la verdad es que a ella se le ve cómoda, es cuestión de costumbre, a quien le gusten...pero claro, ella va a trabajar en coche y yo en transporte público, que eso tb hace, eh, no me veo corriendo para coger el metro con tacones de 10 cm..

Clarimonda escribió: 09 Jun 2019, 22:19 A mí me ocurre precisamente lo contrario: me chirría (y me toca las narices) tanto el concepto de femineidad que estéticamente ha empezado a horrorizarme todo lo que asocio con él. Hoy en día veo un solo zapato con tacón de más de 4 cm que me parezca mínimamente bonito.

El ministro de salud y trabajo de Japón defendió la idea de que los lugares de trabajo requieren que las mujeres usen tacones altos para trabajar, argumentando que es "necesario y apropiado" después de que se presentó una petición en contra de la práctica.

"Se acepta socialmente como algo que cae dentro del ámbito de ser ocupacionalmente necesario y apropiado", dijo Nemoto a un comité legislativo el miércoles.

Labioplastia, clitoroplastia, vontouring... Si estos términos te suenan lejanos, no pasa nasa; probablemente es que no te has planteado someterte a cirugía estética para embellecer los labios externos de la vagina, reducir el tamaño del clítoris o embellecer los genitales externos. Pero deberías tomar nota de otra intervención, el rejuvenecimiento vaginal. El procedimiento está en pleno auge, según apunta la vocal de Comunicación de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE) Ainhoa Placer.

La hipertrofia de labios menores, que es cuando esta parte de los genitales destaca por fuera de los mayores, es el motivo que lleva a más españolas a pasar por consulta, asegura la especialista. Pero no hay un motivo clínico que justifique corregir esta característica, que es completamente normal, por no hablar de que es normal que los órganos íntimos envejezcan. Y tener un buen motivo se antoja necesario a la hora de abordar un cambio como este.

El deseo de tener la vagina como las que se muestran el cine p**no era la motivación principal de las pacientes que analizaron los investigadores. Según el trabajo, la visión estereotipada de los genitales femeninos que muestra la p**no y la falta de referencias que las chicas tienen para comparar sus vaginas hace que algunas de ellas se sientan incómodas con el aspecto de sus vulvas.

No debería ser así, pero las 41 participantes en la investigación, que fueron atendidas entre 2000 y 2012, sufrían la ansiedad de verse diferentes por culpa de una vulva que no reconocían en otras chicas, un estado mental que los académicos percibieron hasta en una chica de 11 años.

Sus datos mostraron que la edad promedio de las pacientes preocupadas por el aspecto de sus vaginas era de 14 años, y que en casi una cuarta parte de los casos era la madre la que estaba preocupada. Curiosamente, todas las vulvas eran perfectamente normales. Según el estudio, el problema es que "su visión de lo que es normal y sexualmente deseable está siendo distorsionada por una cultura moderna, que promueve una vulva minimalista y poco realista como ideal de belleza genital".
La imagen irreal de la vagina, la que se está promoviendo en las películas para adultos, es una "donde los labios menores que no se extienden más allá del margen de los labios mayores se califican como buenos, mientras que los labios que sobresalen se perciben como malos", continúa el texto. Y no hay una base clínica que sostenga la armonía de estas medidas. De hecho, alrededor de la mitad de las vulvas del mundo tienen los labios menores más grandes que los mayores, y eso no es un problema.

Para ella, el fondo de la cuestión es que "nos han enseñado que nada en nuestro cuerpo es suficiente ni está bien", continúa. A eso hay que sumar el "tabú de la sexualidad femenina, la invisibilidad de nuestros genitales y la culpa, la vergüenza que nos impide mirarnos ahí abajo", opina. Es decir, que la falta de conocimiento también es un motivo de rechazo.

Sus datos mostraron que la edad promedio de las pacientes preocupadas por el aspecto de sus vaginas era de 14 años, y que en casi una cuarta parte de los casos era la madre la que estaba preocupada.