Yo ya lo conté en el difunto, pero hace años fui a tomar algo con una amiga y nos quedamos encerradas en la procesión que hacía como un cuadrado justo por las calles por las que teníamos que pasar para irnos (aún éramos jóvenas y mi amiga es de otro pueblo y había quedado con sus padres a tal hora para ir a buscarla y volverse a casa). Pues ahí estuvimos como media hora dando vueltas como unas tontas porque cuando intentábamos cruzar o empezaban a procesionar o alguna abuelilla nos increpaba el intentar cruzar la procesión, íbamos para una calle, no podíamos cruzar, íbamos para la otra, tampoco, para la otra, tampoco. Y para más inri un carrapuchete cada vez que pasaba por donde estaban gritaba mi nombre y claro, jamás llegué a saber quién era, porque además que yo sepa no conozco a nadie que salga en la procesión ni que haga de carrapuchete, así que no sé, siempre tendré la duda. Esa y la de aquél señor que me agregó al messenger porque según él "habíamos cruzado una mirada muy intensa a la altura del stradivarius y hubo conexión", un señor de 30 y pico teniendo yo 15 o 16 años, y que me dijo de ir al cine a la 1 de la madrugada y luego ir a escuchar música a su casa porque según él yo vestía muy grunge y seguro que me gustaba la misma música que a él
y que me había visto en tal banco de tal calle a tal hora con tales personas
Yo desde entonces miro al suelo cada vez que paso por el stradivarius, no vaya a ser. Las dos grandes dudas de mi vida, no es broma.